Javier Miranda y Mons. Cuquejo: “destruyamos a Livieres”

Este bloguero ya no puede más callar, por eso, contará todo lo que sabe sobre la podredumbre que trata de imponerse nuevamente en una Diócesis rica en espiritualidad, vocaciones y llena de vigor. Este bloguero no acepta que el viejo modelo de “prostitución religiosa” se imponga nuevamente. Por eso, contará todo.

Miranda señala que el objetivo es agradecer a la Santa Sede por escuchar a los laicos y sacerdotes de la diócesis del credo nativo, ante las denuncias que enviaron al Vaticano el 12 de marzo de 2009 a través de monseñor Pastor Cuquejo, arzobispo de Asunción, y reiterado el 4 de mayo del mismo año, directamente a la Santa Sede. (Sic)

Y no deja de sorprendernos los recovecos de esta historia, que a más de uno ya le da náuseas. Javier Miranda hace una declaración que explica perfectamente lo que ya es un secreto a voces y he mencionado en el título: “destruyamos a Livieres”.

Así seguiré mi análisis con dos hombres, que a simple vista parecieran tan opuestos, pero como bien dice la frase: “no los une el amor, sino un enemigo común”. Y a esto retraigo lo que dijo un conocido político: “destruyamos a Livieres”. Y este es el objetivo común de un “perroflauta” y un Arzobispo de Paraguay.

Esta noticia fue publicada el 19 de julio de 2014, en el Diario Última Hora (http://goo.gl/EJBbHP ), ya casi en los prolegómenos de la nota se hace mención de una posible “movilización” organizada por un tal Javier Miranda, quien ya fuera calificado en más de una ocasión como un “triste agitador”, que encabeza con los se autodenominan “MIRANDISTAS” series ya repetitivas de insurrecciones infundadas y apoyadas por grupos políticos de izquierda, además de la rimbombante jerga periodística de la región del Alto Paraná.

Pero hay más, si se fijaron bien, Mons. Cuquejo no solo llevó la carta de los “MIRANDISTAS” al Papa, ahora emérito, Benedicto XVI, sino también la larga carta firmada por los “curas nativos traidores”, cuyos nombres iremos conociendo uno a uno, y también sus razones para oponerse a un tal Livieres Plano.